Muerte de Gil Carlos Rodríguez Iglesias

Gil Carlos Rodríguez Iglesias, el jurista asturiano que alcanzó las más altas responsabilidades en Europa por la trascendencia social y legal que alcanzaron sus sentencias, ha fallecido en Madrid el 17 de enero, a los 72 años. Nacido en Gijón en 1946 Rodríguez Iglesias llegó a ser presidente del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Hace dos años recibió un homenaje de la magistratura nacional e internacional en el que se destacó, como una de sus grandes aportaciones, su afán por acercar a los ciudadanos la justicia de los más altos tribunales. «Su máxima al frente del Tribunal fue defender a los ciudadanos de los posibles abusos de las leyes de la Unión», declaró el jurista Koen Lenaerts, expresidente del Tribunal europeo.

El fallecido juez cursó Derecho en la Universidad de Oviedo y en 1982 obtuvo la cátedra de Derecho Internacional Público de la Universidad de Extremadura. También ejerció la docencia en Granada, la Universidad Complutense de Madrid y Friburgo. Tras la adhesión de España a la Comunidad Europea en 1986 fue nombrado juez del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas y fue su presidente de 1994 a 2003. Entre 2004 y 2005 ejerció como director del Departamento de Estudios Europeos del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, y en 2005 fue nombrado director del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos, hasta su jubilación.

Gil Iglesias sentó jurisprudencia en el continente en decenas de asuntos de trascendencia en los que actuó de ponente: la más famosa de sus sentencias fue la conocida como «ley Bosman», que cambió para siempre aspectos del fútbol europeo. También dejó su impronta, por su capacidad de análisis, en asuntos relativos a la libre circulación de personas y capitales en el territorio de la Unión, y es recordado porsu fallo contra la discriminación positiva de una mujer ingeniera que optaba con igual calificación a un puesto de dirección en una empresa en Alemania.